El aprendizaje del League of Legends tiene una premisa muy simple: no es posible jugar mejor, y ganar más partidas, sin dejar de jugar mal o cometer errores. Para comprender bien este punto es importante conocer la naturaleza del juego, algo que muchas veces se nos pasa por alto o que ni siquiera nos hemos planteado nunca.
Pasamos demasiado tiempo jugando o nos dedicamos a aquellos aspectos de la preparación que más nos gustan, dejando de lado otros aspectos muy importantes. En ningún deporte se compite igual que se entrena y esto es algo que aún no ha evolucionado en el League of Legends. ¿Los jugadores de Rugby hacen un partido por día y después miran sus errores? Más bien practican situaciones concretas, hacen pesas y mil tareas para mejorar ciertas habilidades y situaciones del juego así como jugadas colectivas y sinergias de equipo ¿El jugador de ajedrez entrena jugando todo el día? Más bien tiene que estudiar aperturas, entender las variables, resolver problemas tácticos y practicar finales de peones.
En el League Of Legends debería ser así, pero como todo deporte joven en sus inicios, no lo es. Practicar match ups de las líneas, sacar conclusiones y premisas, practicar y aprenderte las interacciones entre campeones, observar cómo lo hacen los mejores y preguntarte el por qué de cada decisión. Trabajar con tareas de grupo (complicado sin modo SandBox colectivo) y otros entrenamientos que mejoren las habilidades físicas del atleta (llamadas muchas veces mecánicas, reflejos y fatiga).
El League of Legends es un juego de suma cero. Es decir, lo que tu haces mal es lo que tu rival ya ha hecho bien si comprende tu error. Si cometes un error mecánico o estratégico generarás una posición resultante que será directamente mejor para tu rival, pero no solo en un momento puntual, sino en la globalidad de la partida. Este aspecto diferencia el League Of Legends de otros deportes. En el fútbol o basquet si cometes un error y el otro puntúa el error será solo una diferencia en el marcador, pero en el League of Legends los errores tienen efectos en todo el transcurso de la partida y cada uno dificulta más poder hacer una buena acción después.

Este escrito lo hice cuando tenía 23 años y estaba empezando a entrenar equipos profesionales (ahora tengo 31).
También escribí lo siguiente:
Tengo 23 años, estoy graduado en Ciencias del Deporte, en la Universidad de INEFC Barcelona, llevo desde 2015 cómo entrenador de League Of Legends. La primera experiencia profesional a destacar, en los eSports, a sido de HeadCoach en KIYF, Club español en el que estoy apunto de jugar mi 4a temporada. Mi sueño es llegar a la LCS y poder contribuir en que el entrenamiento en los eSports cambie radicalmente y se usen metodologías de aprendizaje y entrenamiento mucho más afectivas, acercándonos al alto rendimiento de los deportes convencionales.
Creo que el coaching en los eSports tiene mucho que aprender de la pedagogía en el ajedrez, un deporte centenario que comparte con el League of Legends la complejidad psicológica de ser un deporte con infinitas variables.